Diez minutos es el tiempo que tarda la cafeína en hacer efecto tras beber un café y poco más que los ocho que tarda la luz del sol en llegar a nuestro planeta, pero además es el lapso que tardará una prueba médica desarrollada por Biocross en identificar factores de riesgo del Alzheimer.

Una aguja y un pinchazo es lo único que separa a los pacientes de saber si son portadores de los alelos ApoE4, una proteína biomarcadora de riesgo de esta enfermedad degenerativa que está en “continuo y alarmante ascenso”, manifiesta en una entrevista a Efe el director general de la compañía desarrolladora del test, Matthew Mittino, quien asegura que esta prueba puede llegar pronto a las consultas.

Un día antes de que el mundo celebre la efeméride de esta enfermedad para la que no hay cura y que actualmente afecta a cerca de 46 millones de personas, Mittino explica los proyectos enfocados a las enfermedades neurodegenerativas que actualmente se encuentra desarrollando esta compañía biotecnológica afincada en Valladolid desde 2005.

Es precisamente esta ausencia de cura la que inspira a compañías como Biocross a desarrollar mecanismos que ayuden a algo tan “esencial” como es la detención precoz de enfermedades incapacitantes como el Alzheimer, que requieren “urgentemente” de estrategias integrales por parte de las Administraciones, ya que la Organización Mundial de la Salud estima que para 2050 serán 132 los millones de personas con esta enfermedad, sostiene.

Se trata de una patología que no solo sufren los enfermos, sino que es trasladable a sus familiares más cercanos, que tienen que cuidar de forma intensa a los que la padecen, por lo que “estaríamos hablando de cerca de 400 millones de personas afectadas directa e indirectamente con esta enfermedad en unos años”.

En la actualidad son varias las pruebas existentes para detectar los factores de riesgo de esta enfermedad, como los test genéticos, los escáner cerebrales o las pruebas de líquido cefalorraquídeo, todas ellas “costosas y altamente invasivas” al contrario que esta pionera prueba con la que una “simple extracción de sangre sería suficiente”.

Los actuales exámenes específicos pueden llegar a dilatarse en el tiempo por su carácter excepcional, lo que podría solucionarse con este test, que puede ser ejecutado por equipos de laboratorio de manera paralela a otras pruebas “como el colesterol”, por lo que su uso podría llegar a ser “rutinario” en las consultas.

Ese es el objetivo que persigue la compañía de Mittino, convertir este test en algo procedimental en las consultas médicas, tanto en las privadas como en la sanidad pública, y con ese fin ya han iniciado contactos con especialistas del sector público interesados en estas herramientas, por lo que el acuerdo con algunas Administraciones puede llegar “pronto”.

Por consecuente, ejemplifica Mittino, dentro de no mucho tiempo los médicos de cabecera en España podrán incluir dentro del chequeo normal a un paciente mayor de 50 años una prueba sanguínea para el ApoE4, que permitirá, tanto al paciente como al médico, hacer exámenes de manera más frecuente, implementar cambios en el estilo de vida o incorporar otros tratamientos para “retrasar la aparición del Alzheimer”.

Y es que, “al contrario de lo que la gente suele pensar”, el mercado global de la enfermedad del Alzheimer está “descendiendo”, concretamente un 1,5 por ciento en el presente año, debido, principalmente a una “menor utilización y un coste menos elevado” de los tratamientos terapéuticos.

“La enfermedad del Alzheimer es una de las más investigadas a nivel global” y estos avances permiten la aparición de nuevas herramientas que aportan algo más de luz hasta que aparezca una cura para esta enfermedad que, sin duda, “llegará”, sentencia el director general. EFE.

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